Una de las grandes herramientas que han creado las civilizaciones para el desarrollo de sus infraestructuras, tiene que ver con el desplazamiento vertical y horizontal de grandes pesos y estructuras. El desarrollo de tecnología para cargar se debió a que la fuerza motriz de los humanos es limitada, y su ingenio fue capaz de inventar herramientas para cargar, transportar o acomodar mercancías, materiales para construcción, estructuras, etc. Estas maquinarias aumento exponencialmente la productividad y a la vez, cuidó la integridad y la salud de los trabajadores.  

Durante el siglo XIX había ya sistemas de poleas utilizados en las industrias para desplazar pesos grandes, pero fue hasta que un ingeniero llamado Waterman inventó el primer montacargas con patente registrada. Este era en realidad un sistema de poleas como los que se usaban en las grúas. Más tarde, esto inspiró a Elisha Graves para desarrollar las poleas de seguridad utilizadas en los ascensores, el cual tenía la capacidad de amortiguar la caída en caso de que los cables se rompieran.  

Si bien, a principios del siglo XX empezaron a colocar en las maquinarias carros impulsados con motores eléctricos, las primeras máquinas montacargas surgieron hasta 1920, y podían mover pesos de manera horizontal y vertical. El ingeniero inventor Clark, independizó el mecanismo con un operador sentado dentro de una carretilla.


Años más tarde, en la Primera Guerra Mundial, la USA Army utilizó algunos dispositivos para subir, bajar, mover y transportar armamentos y pertrechos en los camiones. Desde entonces, existe una gran variedad de mecanismos elevadores con sistemas hidráulicos, eléctricos e híbridos, de diferentes tamaños, que son operados de manera presencial o remota, dependiendo las necesidades del usuario.